No he visto desde hace mucho tiempo la belleza de pensar. Programa conducido por una persona que le gusta mucho la poesía: Cristían Warnken. El solemne individuo por el que muchos pagarían por ser uno más de sus entrevistados. A muchas personas en los ambientes de tertulia literario se les ponen brillosos los ojos cuando les llega la nostalgia, algo así como una menstruación escondida, al repetirse varias veces en su fuero interno, esas respuestas elaboradas con suma paciencia. Se tapan bajo la frazada y se ven a sí mismos sentados, escuchando atentamente la lectura de un poema, en el inicio del espacio. Es un sueño para ellos ser invitados a conversar en La Belleza de Pensar. Y bajan la cabeza cuando Warnken les agradece: Gracias a ti- le replica el soñador. Warnken irradia. Se agradece la negligencia de Warnken al responder todos los mail que le envían. Es su ritual. Luego las señoras nos cuentan la última vez que conversaron con "el Cristían"; y se sienten chochas. Hay muchas cosas que se pueden recordar. La entrevista con Samy Benmayor, por ejemplo, cuando se cagaban de la risa y tiraban garabatos; que buenos momentos por la chucha. O cuando el Pacheco le respondía las preguntas mirando al público, y Warnken estaba preocupado de que le miraran la cara, porque tenía que ser una entrevista frente a frente. Pero pacheco quería mirar a los estudiante aplaudidores. Esos por los que se levantó Jodorowsky alzando las manos como presidente electo. Pero parece que Warnken le tiene mala a los círculos académicos. Es una tincada. Cuando entrevistó a Peña quería hacerle preguntas de filosofía pero para que entendiera el público. Así, no se arrugó al pedirle al entrevistado que hiciera un correlato filosófico desde los griegos hasta ahora (según me acuerdo), pero hizo que se detuviera en la naturaleza, qué era la naturaleza y el bla bla de la semillita culiá y la potencia, que tuvo que explicar el Peña no sin desilusión, porque me tinca que él esperaba desarrollar la filosofía en la literatura: todas las galletas respecto a sus lecturas rusas. Pero no. Primó la entretención a las señoras que ven en la casa. Porque, Martinez Bonattí nunca ha ido pa llá pos. yo creo que en algún momento habrán arrinconado a Warnken y le han dicho: "olle Cristián, tiene que estar el Martinez Bonattí po, cómo no va a estar?", pero Warnken se habrá rehusado porque lo encuentra muy académico, con lenguaje para académicos. Aunque no me gustó que haya preferido no inmiscuirse en la opinión de Villegas acerca de los poetas. Parece que Villegas le tiene mala a los poetas. Los encuentra vanidosos, y cuando iba a desarrollar el por qué, Warnken lo corta para tratar otro tema. Es que no podis hablar en contra de la poesía en la casa de la poesía. Es como decir chistes racistas en la casa de un negro del bronx, mientras almuerzan. No po. Warnken no es altanero. La primera vez que lo vi fue en una entrevista que me hizo en la finis terrae, era pa ver si quedaba en una carrera culiá de allí, que creo era literatura (era literatura y no dudo en afirmarlo, lo que pasa es no estoy ni ahí con afirmar gueas con seguridad). Ahí estaba Warnken, al frente mío, entrevistándome. Viendo ´si tenía opciones de ser estudiante de literatura de allí. Yo respondiendo con sílabas, con cuea. Era cristián Warnken, el lider del programa que veía de lunes a viernes "a las 21 horas por las pantallas de cnal 13 cable". Me habló de Ezra Pound. en esa época, yo, un joven que le gusta escribir y que no tenía un bagaje cultura ni primario, pensaba que Ezra Pound era una cantante negra así como la tina Turner. Le dije que me gustaba escribir no más po. Pero qué haces en tus ratos libres?!- como que me gritó, después de un largo rato sin ningún sonido en el ambiente. Juego ajedrez, he jugados ajedrez desde los trece años, y es lo que más me gusta hacer. Ahí la cara de Warnken cambió radicalmente. era como si le hubieran dado de repente una pastilla antidepresiva. La cagó wn, el medio orgasmo. Parece que a Warnken le caen bien los ajedrecistas. fue una salvada, porque quedé altiro. Al final tomé la micro por pedro de valdivia y en cierta altura volví a ver el lienzo por el que me informé de las postulaciones a esa universidad. Ahí estaba cristián warnken, con la mano en la pera. había quedado, aunque no sabía con qué méritos. Sin embargo, no fui a clases. Ni siquiera me matriculé. Esa U era demasiado cara. Ch, dos guatones y medio anuales. Mucho mucho. Despúes vi a Warnken en diversos lugares. Para la lectura de poemas de Leopoldo María Panero allí estaba. Luego en una entrevista a Armando Uribe en la feria del libro de santiago. Y después en extrañas circunstancias. Yo estaba trabajando en la feria chilena del libro de encargado de custodia y aseo de baños (tú sabes, barrer y sacar los papeles cagados), entonces yo siempre estaba en la puerta, de pie, como todos los días mirando pa fuera a la gente pasar por la calle Huerfanos, cachando que no roben libros pero por sobre todo, pidiéndoles a los clientes sus bolsos para "dejarlos en custodia". Bueno, allí llegó Warnken. Lo saludé. Fue una mirada super humana. donde estaba condensado todo el odio de clases. La explotación. No sé si me habrá reconocido, yo creo que no (aunque me tinca que sí).
Sacaron la belleza de pensar. Ahora tiene el mismo nombre pero entrevistan otros gallos. Los considero una verdadera mierda. Cómo se le ocurrió a uno de ellos apurar al poeta Gonzalo Rojas. Pero si el poeta es lento. No te puede discurrir con liviandad. Y viene el otro y lo apura. Warnken se fue pal siete, allí conduce una belleza nueva. En un canal abierto los sábados a las once. Pero ya no es lo mismo. Antes lo daban todos los días. Parece que nunca nada es lo mismo. Se seguirá comiendo quesitos en los evento de tabaco&amigos. Y aplaudiremos como buenas personas. Por allá veremos las personas hablar "del Cristián". Los jóvenes beberán hasta quedar botados en el suelo. Los concursos seguirán siendo un arreglo. Leeremos los cuentitos del metro. Nos iremos a casa y prenderemos la tele a las nueve. Veremos a un argentino levantado de raja hablar de los ejemplos, sin simpatía. Cambiaremos al Mega: descansar con "casado con hijos" es mucho mejor.
