La evolución de un poeta
Escribir un buen poema es una empresa que conlleva un esfuerzo. Son dos lápices: uno pasta y el otro grafito. Al escribir un poema se trazan las líneas de lo que quieres decir en dos sentidos: el del buen poema y el de la capacidad que uno tiene para escribir ese buen poema. El buen poema siempre está marcado con lápiz pasta, mientras que la capacidad de escribirlo esta escrita con lápiz grafito. El poeta que comienza su camino en la poesía, al principio en sus poemas no distingue ambos trazados, y cree ver una estructura que se conecta con su deseo íntimo, sentimientos o cualquier cosa por la cual lleva a cabo su escrito. De esta manera, el resultado agrada de sobremanera al escritor. No obstante reciba críticas negativas por parte de los otros lectores.
Segundo estadio
El poeta va a ser poeta si le gusta la poesía lo suficiente. En este sentido, si el poeta lee lo que corresponde y le pone un poco de exceso, progresará indiscutiblemente. De a poco irá distinguiendo la característica de los trazados como quien husmea un test de Roscharch. No obstante lo anterior, también se hace necesario un trabajo de taller. A qué me refiero, me refiero al peso que tienen las lecturas de los otros. Pues luego de la distinción de los trazados se tiende a:
Tercer estadio
La permeabilidad de interpretación. Hay poetas que prefieren múltiples interpretaciones para sus poemas, mientras que otros desean sólo una. Por convención mundial, los poemas que más se recuerdan son los que tienen una sóla interpretación. Con interpretación me refiero al sentido que le quiso dar el poeta a su poema, el cual es leído por los buenos lectores. Estos últimos somos la mayoría de los poetas. totalmente comprensible es que un tipo que nunca ha leído un poema en su vida, interprete sirenas mordiendo a los indígenas que salen por la boca del che guevara en el Canto General. Pero el poeta va a entender canto General, o si no lo entiende dirá: no lo entendí.
Para el cuarto estadio esperemos la remodelación del nacional, o bájense en la estación Pedreros del Metro, cerca de ahí está el David Arellano.
1 Comments:
Weón... no entiendo por qué nadie alaba estas weás... te quedan la raja Leito.
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