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Location: Metropolitana, Chile

Nacido en 1984, Leonardo Murillo ha dedicado su vida a respirar el aire que emanan los objetos construidos por el hombre. Sus primeros cinco años los vivió cuestionándose las razones que tenían las tias del jardín para pegar cachetadas a quien no se durmiera en las colchonetas. Luego vendría el colegio, la educación básica en donde Jessica Arriet Ojeda, la profesora jefe, lo martirizaría en base a retos y humillaciones frente a sus compañeros. De quinto a octavo frecuentó la marihuana, el crack y la pobreza de una escuela municipal cerca de su casa. En el 2002 completó sus estudios secundarios para abocarse ha seguir respirando el aire que emanan los objetos construidos por el hombre. Administra y es uno de los fundadores del sitio y editorial www.poetica.cl. Fanático del ajedrez y la poesía, Leonardo Murillo come todos los días pan con algo pal pan y té, sentado en la cama a una distancia de treinta y siete centimetros entre él y su televisor.

Saturday, October 14, 2006

Me resulta extraño

así como el frenesí de los niños
cuando bailan la moda de los veranos
y la mueca de las bocas y sus cuellos sucios
me urgen la tarea
de seguir observando.

Y pensar que debo seguir escribiendo
al compás de la respiración
como el fuego de la duda tardía
al oído de las mentiras.

Suben los individuos por las escaleras mecanicas.
Y miro sus espaldas mientras mi mano dibuja con los ojos
el espanto de un abismo súbito.

La palabra crepúsculo gira sobre sí misma
y se hace girar como una rueda espinosa.
Sentado en la banca el hablante comprende
que enrollarse le ha permitido salvar su vida.

En ese crepúsculo
el cuello transpirado agradece el aire tibio,
y la piel comprende que los cráneos del espíritu
son vientos que no pasan todo el rato huyendo.

Y recuerdas tus labios transidos.

Las noches de humo y alcohol
preparan el gozo de una viuda que grita y es muda.
Su lengua atrapa las partículas de aroma;
Una imagen como zumo se precipita a su boca
sin dejar oír el gimoteo
de un sólo lamento, de un sólo murmullo.
Y ella regresa a su orden de vigilia;
a la sombra en que la mujer deja tras de sí
un provocativo rastro de hormonas.

1 Comments:

Blogger marches! said...

de un solo lamento y de un solo murmullo.. me resulta extraño que no puedo gritar algo que siento hace tanto.. :s

muchos saludos
me encanto el blog! volvere
ñaca ñaca

2:59 PM  

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