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Location: Metropolitana, Chile

Nacido en 1984, Leonardo Murillo ha dedicado su vida a respirar el aire que emanan los objetos construidos por el hombre. Sus primeros cinco años los vivió cuestionándose las razones que tenían las tias del jardín para pegar cachetadas a quien no se durmiera en las colchonetas. Luego vendría el colegio, la educación básica en donde Jessica Arriet Ojeda, la profesora jefe, lo martirizaría en base a retos y humillaciones frente a sus compañeros. De quinto a octavo frecuentó la marihuana, el crack y la pobreza de una escuela municipal cerca de su casa. En el 2002 completó sus estudios secundarios para abocarse ha seguir respirando el aire que emanan los objetos construidos por el hombre. Administra y es uno de los fundadores del sitio y editorial www.poetica.cl. Fanático del ajedrez y la poesía, Leonardo Murillo come todos los días pan con algo pal pan y té, sentado en la cama a una distancia de treinta y siete centimetros entre él y su televisor.

Tuesday, April 03, 2007

Preocupación

La amistad está a la mitad de una calle, en el escandalo de verte caminar por la vereda (el amigo del niño de diez años abraza a su compinche pero sin darle, como cima de ese gratuito gesto, un beso con lengua).
Y somos muy inteligentes. Nos vamos y es como si te diera un beso en mi cara, como si te acariciara mi cabeza. Te abrazo mi cuerpo.
Tu seno ha dejado una marca indeleble en el dorso de mi mano.
Indeleble en el dorso de mi mano las mujeres dejan un rastro. Una vulva, pobre, pobre, abismos de duelo la sostienen, no a su tristeza sino a un grito, un descenso más allá de las cosas.
El seno ha dejado una marca aunque tú no lo hayas querido.
La pureza del líquido percolado de los ojos cae sobra la estrofa de mi verga,y la acrecienta, aunque tú no lo hayas querido.
Nos vamos y es como si te diera un beso en mi cara, cunde un mudo resto en el abrazo mediático. Vamos cantando en el paradero la debilitación de esta amargura. Voy gimiendo tan joven mi entraña y sale el sol, sale el sol.
Esa pureza del líquido percolado tan honda que va desmuriendo hacia adentro las cimas logradas, gratuitas del gesto, salvando providencialmente del beso con lengua, terrible.
Te abrazo mi cuerpo, de bruces el seno humedece la mitad de una calle, el escándalo de ver tu marca indeleble. Un fotógrafo perdido que cruje cuando es masticado.
Todos tenemos una preocupación.

1 Comments:

Blogger Nico said...

Ah, Murillo. He reabierto mi blog y te he colocado en mis links. asúmelo, pues no lo alteraré.

6:39 PM  

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