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Location: Metropolitana, Chile

Nacido en 1984, Leonardo Murillo ha dedicado su vida a respirar el aire que emanan los objetos construidos por el hombre. Sus primeros cinco años los vivió cuestionándose las razones que tenían las tias del jardín para pegar cachetadas a quien no se durmiera en las colchonetas. Luego vendría el colegio, la educación básica en donde Jessica Arriet Ojeda, la profesora jefe, lo martirizaría en base a retos y humillaciones frente a sus compañeros. De quinto a octavo frecuentó la marihuana, el crack y la pobreza de una escuela municipal cerca de su casa. En el 2002 completó sus estudios secundarios para abocarse ha seguir respirando el aire que emanan los objetos construidos por el hombre. Administra y es uno de los fundadores del sitio y editorial www.poetica.cl. Fanático del ajedrez y la poesía, Leonardo Murillo come todos los días pan con algo pal pan y té, sentado en la cama a una distancia de treinta y siete centimetros entre él y su televisor.

Wednesday, March 14, 2007

2 imágenes

En el sueño de anoche estaba metido en el cuerpo de unos animales muy parecidos a los conejos pero de varios colores. patinabamos en círculo y en una pista de hielo y cantabamos canciones de opera hermosas. nos tomábamos de las manos hasta que me acercaba a socorrer a uno de mis compañeros, el cual había caído. Cuando le extendí la mano me la quiso morder. comprendí que deseaba asesinarme. fue una pesadilla genuina (y súper cursi, qué queris que te diga, pero así fue).
hoy compré el pan. recordaba dos imágenes. la de un compañero de trabajo que tuve cuando me desempeñé como encargado de custodia en la feria chilena del libro. esa persona trabajaba de estafeta, y siempre llegaba con su bolso de cuero y una flores. llegaba sonríendo y saludando a todo el mundo. Yo también era uno de los saludados. la imagen era la de estar en el baño y oir la conversacion de "mi" jefe. quien hablaba en voz alta de un tal "pluma gay" y lanzaba carcajadas. al escucharlo supe de inmediato que se refería a arturito, el hombre homosexual que levantaba su mano para saludarnos a todos, amaneradamente, con sus flores que no estaba marchitas (no como aquellos poemas en donde sí hay flores marchitas). días antes de irme de esa pega, la conversación con arturito fue breve pero intensa. me hablo de que iba a levantar un negocio en el persa bio-bio y que iba a vender muñequitas de trapo, confeccionadas por el mismo. yo me alegré y le tiré buenas vibras. La imagen de un hombre homosexual de treinta y cuatro años confeccionando muñequitas de trapo para vender en un persa es una imagen fuerte, me dieron ganas de sonreír. sentí alegría.
en la otra imagen entra una vecina, la señora ruth. me acuerdo que cuando niño jugaba con el cristóbal y el michael, jugábamos supernintendo y hacíamos maldades. tales como poner obstáculos de alambre a las salidas de las casas, el rin ring raja con bombas de humo (tocar el timbre y luego lanzar la bomba, para que la señora al abrir se encontrara con el espectáculo blanco del gas hediondo a mentholatum quemado). me dejé de juntarme con ellos por hartas razones. el michael era una persona que trataba de dominarte y eso no me gustaba, era mitomano, pasaba a cada contando historias espectaculares. pasaron los años y finalmente ahora veo al michael un poco más crecido, aunque con la noticia de que tiene un tumor al cerebro y se va a morir. el cristóbal tenía un Sega y le hacía competencia al super nintendo del michel. ahora parece que está casado, pero el hijo le salió con hidrocefalia. aquí entra la imagen, pues cuando estaba en el supermercado me encontré con la señora ruth, la madre de cristobal. andaba con un coche y mostrando el cuerpo del niño con su cabeza gigante. ella me conoce, cuando la enfrenté para saludarla mire al hombrecito y su baba que le corría por la boca. contemplé un acto reflejo, la señora ruth como que quiso tapar al bebé, pero después se contuvo y me dijo hola.

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