"No me gusta la poesía"
No me gusta la poesía.
Cada uno de nosotros se va a casa y es como si de pronto una sonrisa un hola
se convirtiera en un silencio de bienvenida tus ojos, o como si el tiempo transitara el tronco o como la piel, hasta un rojo que besa y no me encuentro. En la que el labio sube y se llora sin huella tu piel blanca. De momento el pelo oscuro y tú corres ningun respeto. Blanca mejilla papel hola y dice hola tu bienvenida. Sonríe sin mirarme la imagen del duelo de estar tan lejos. Remonto aquel azul de tantas veces por alcanzar la gloria. La poza del tiempo mira en su espejo; no me encuentro.
No me gusta la poesía.
Y ella no quiere mirarme y lo sabe en su fuero lo sabe porque se apresta a marcarle el paso a los segundos que la hacen cada vez más joven. Cada vez más dichosa de tenerme hundido y encadenado a su negación. Gira la palabra que no dice nada y la hago repetir la comedia que contó para el arbitrio del aire, de su empuñadura, de su mano blanca. Ella lo sabe y yo amo su uni-verso, como cuando sacó una flor y la miraba o su bufanda castellana o su gran apetito, o como cuando le pedí su flor prestada y le pregunté si sentía algún aroma y me respondió que le daba lo mismo y que me la quedara. Ella lo sabe y yo amo su uni-verso.
No me gusta la poesía- dijo al terminar mi declamación.
"No me gusta la poesía"
Daría Carreño Rodriguez
1 Comments:
Me gustó. En especial eso de que gira la palabra. Saludos!
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