My Photo
Name:
Location: Metropolitana, Chile

Nacido en 1984, Leonardo Murillo ha dedicado su vida a respirar el aire que emanan los objetos construidos por el hombre. Sus primeros cinco años los vivió cuestionándose las razones que tenían las tias del jardín para pegar cachetadas a quien no se durmiera en las colchonetas. Luego vendría el colegio, la educación básica en donde Jessica Arriet Ojeda, la profesora jefe, lo martirizaría en base a retos y humillaciones frente a sus compañeros. De quinto a octavo frecuentó la marihuana, el crack y la pobreza de una escuela municipal cerca de su casa. En el 2002 completó sus estudios secundarios para abocarse ha seguir respirando el aire que emanan los objetos construidos por el hombre. Administra y es uno de los fundadores del sitio y editorial www.poetica.cl. Fanático del ajedrez y la poesía, Leonardo Murillo come todos los días pan con algo pal pan y té, sentado en la cama a una distancia de treinta y siete centimetros entre él y su televisor.

Tuesday, October 16, 2007

machetes en la aorta al puerco

Dilecto la muy manzanilla de carcajadas, crater, estufa de gas en los incendios de de la muy masa gris de los edificios
Dilecto y trotado en las construcciones formales: guarro, palabra poco formal de las indisposiciones celulares en pielago de corneas
Yayirobe mastica una aluvia mágica en los comerciales de pelos y sonrisas de pobreza en las cicatrices orales, de muy mal sino de roterío dado a las focas ahogadas o a los sapos con dermatitis
Les salen lagrimas de gelatina a los funiculares del cerro San Cristóbal y caen arriba de los automóviles y el índice de accidentes de tránsito en que arrollan las cabezas y es cruzado un jeep con una citroneta y salen angelitos que miran por las alcantarillas y abren la boca para recibir un sacrilegio en puchos de tabaco y tienen un hipo de guaguas atoradas con La placenta del día en los correos electrónicos
Rasco la piel con esta uña rosada de crecimientos gravitatorios y el muy dilecto tiene en la espuma de las corneas un quejido invisible el muy dilecto fanfarrón de las comisuras
La raya es perpetrada por el peatón y los ejecutivos públicos que caminan el incendio del día con las manos en la espalda. La tragedia se abre con las bebidas de fantasía cuya espuma de repente es la espuma de las corneas o la espuma del mar que erosiona los pedacitos de vidrio que se incrustan en los ojos del primer tuerto de las familias
Cuelgan los carteles que dicen "cerrado" y "abierto" y las letras de las barras bravas producen la tristeza que no puede abstraerse ni con las lupas que venden el persa Bío-Bío
En la estación de Metro El Llano los metaleros caminan el incendio de los aires de un septiembre de arterias eolicas que hacen subir sus cabellos al nivel de las primeras lágrimas de quien mira el mundo con sus visagras y tornillos oxidados
Y se tropieza el dilecto como si el accidente fuera un conjuro de bálsamo oxigenado porque la lengua se gasta y ya no hay nada más que decir salvo claro los demás deseos de felicidad y valores del color rosado, para que compren guindas y se les vea colorada la boca
El dilecto, o sea, un cuarto de inteligencia con jabón, quiere sonreír con las carcajadas más sinceras la muy manzanilla

FELICIDÁ AL MUNDO
QUE CAIGAN LAS ALUVIAS MÁGICAS
Y CALENDARIOS DE OSITOS PETILÚ

machetes en la aorta al puerco

0 Comments:

Post a Comment

<< Home