"primer poema"
de una escuela de Teno, por lo tanto, tengo que
conformarme sólo con mostrarles el segundo poema de mi
vida.
(*)
Aburrimiento marciano,
caricias del tiempo que se ve
no te aflijas compañera
soy humano y moriré
moriré viéndote
allá en la cima del monte
donde alguna vez estuvimos
donde compartí inocencia
donde te vi a ti
aflora esos sentimientos escondidos
vete conmigo para verme fallecer
así estarás triste y serás humana
ese deseo final que no descansa
allá en la cima del monte
te llega la carta donde lees esto
te sientes feliz al saber que estoy en algún lado
tus lagrimas caen como catarata en el paraíso
esperarás alegre y tranquila
allá en la cima del monte.
como todos los primeros poemas de la propia vida, criticamente valen muy poco, aunque emocionalmente si puedan ser considerados.
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