Soledad Onetto conversa responsablemente con Luchito Jara. Tras sus telas más resplandecientes esconde un sostén, el sosten que Luchito sabe que está casado y que los males menores del espítiru se curan revolviendo el closet de toda la ropa, mirando el bolso de los cosméticos de su señora esposa, o mirando para abajo, a sus charchetas de gordito que no pudo aprovechar la invitación al festival de viña como animador.
Rip Keller quiere regalarle mucho dinero el chiquillo esforzado. Sabe que al lado tiene a Italo Passalaqua: un wn cagado mala persona. Que nos muestra su criterio enorme cuado no da ningún peso. Un wn cagado. Rip Keller se siente triste por los garabatos de Kramer. La cámara no lo enfoca.
Solabarrieta tiene que quedarse callado ante las ironías de Pedro Carcuro. Es la disputa por quién es mejor relator. Ya han pasado los años, y Carcuro sabe que tiene la chance de ser el mejor relator de la historia. Y lucha como un homo erectus su puesto de relator. Se caga de la risa de las anécdotas de Solabarrieta. Y este último no tiene otra más que callar, y también sonreír, sonreír amargamente, tristemente.
Yo le gusté a la niña Sanhueza, la luchadora escolar, y no la pesqué. En la federación nunca hablé con ella. Ahora está pololeando y ya trascendió como sujeto conocida por chile. y yo, me compro unas crackelet porque dejé de comer pan, y miro la tele, y estudio, y el pelo me sigue creciendo, y no me lo corto y no tengo argumento. ahora hay que ahorrar luz. toda la culpa la tiene cortazar, por haber rezado tanto para que no llueva.
Julio Martinez está entregado a la muerte. No quiere tratar su cancer a la prostata. Puede que con él muera el último de los caballeros. el que no se permitió garabatearse con el guatón Santibañez. el guatón Santibañez se compra un súperocho y recuerda los años en que predicaba que era mejor perder dos uno a que te golearan por cuatro cero. La escuela de directores técnicos, la última vieja escuela que está haciendo aguitas con Acosta, el triste. Acosta nos mira con su cara de pena, sus cejas en diagonal inclinada son parte de esa última luz de directores técnicos de la vieja escuela. Y los chiquillos se ponen a tomar sus pilsener en la concentración. como si ya lo hubieran hecho todo, hasta el campeonato del mundo. Se curan y se tiran pedazos de jamón en la cara, rompen sillas, preguntan por sexo en la boca:
2001 odisea del espacio, y el hueso en el aire.
2 Comments:
Leito:
creo que ya conocía tu blog, pero no recordaba como era. Me gusta que deposites aquí trabajos que en el ambiente universitario no tendría oportunidad de conocer.
Recuerda pasar por mi blog.
Un abrazo.
Fabrizín
qué tal compañero de labores poéticas
usté todo un musiquillo de las esferillas huidobrísticas
yo aquí un simpático pusilanime de los que se animan
cuidese, y por supuesto que me meteré en su blog avizor
un abrazo
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